Don Tololo, Capitán.

UN 13 DE JULIO de hace ocho años se jugaba la final del Mundial de Brasil entre Alemania y Argentina. Íbamos por Argentina, porque Latinoamérica. Si me acuerdo de este dato es porque el día anterior había muerto mi abuelo y miramos el partido en el living de su casa. Lo que no tengo muy claro ya es si aún era el velorio o volvíamos del funeral. Todo fue vertiginoso, como suelen ser las despedidas. 

Yo no soy una persona futbolera, pero desde su sillón mi abuelo sí lo fue. Supongo, entonces, que eso marca en cierto modo nuestro arraigo y justamente ahora me molesta que las fechas no coincidan, que la pandemia retrasase el campeonato y que su octava muerte hoy no la marque un mundial.